sábado, 25 de octubre de 2014

El desayuno


Cae la sal sobre la superficie dura y crujiente, la tostada recibe la lluvia sobre la escarcha de aceite. Un gesto que perdura, cada día, durante tanto tiempo. Entre el acto de llevarme a la boca el pan tostado  y los sucesivos movimientos anteriores se comprime el mundo lleno de mañanas y de otros que hicieron lo mismo.

Cuantas rugosas mañanas llenas de luz. Calor sofocante a resguardo, solo la tristeza de mi padre se dispersaba por toda la sala. Recogía trocitos de ésta que se diluían al paso de las horas como la sal sobre las tostadas.

jueves, 23 de octubre de 2014



Salvar a las palabras de su vanidad, de su vacuidad, endureciéndolas, forjándolas perdurablemente, es tras de lo que corre, aun sin saberlo, quien de veras escribe.
      María Zambrano